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“Aprendí sobre algunos de los lugares importantes de Cali, vi las montañas, las casas, los ríos y los edificios”, confesó Tomás, mientras disfrutaba con sus compañeros en el recorrido.

Como parte del aprendizaje los estudiantes de grado 2° realizaron una salida a los lugares más emblemáticos de la ciudad. Con miradas expectantes y un mapa donde anotaban los puntos de referencia lograron identificar espacios como la Universidad del Valle, Estadio Pascual Guerrero, Museo la Tertulia, El parque del perro, entre otros.

“Me divertí mucho en el parque de las banderas, me parece que esto es algo muy bueno que nos proponen los profesores para poder aprender”, explicó el estudiante Matías. 

Con paradas en El Lago de la Babilla, El Parque de las Banderas y Sebastián de Belalcázar, los niños tuvieron mayor claridad sobre el sentido de orientación.

“La salida hace parte de la Unidad de Indagación ¿Dónde estamos en el tiempo y el espacio?, la idea es que los estudiantes identifiquen los puntos de referencia de la ciudad y puedan ubicarse”, afirmó Ana Paula González, Coordinadora de grado 2°.

“Desde el parque de las banderas pude ver Cristo Rey, en este recorrido aprendí sobre la ciudad, las locaciones y a ubicarme mejor”, concluyó Simón. 

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Una enseñanza acerca del amor familiar fue la que se llevaron los niños de Primary durante la novena Navideña a cargo de grado 3°. Por medio de una obra de teatro que se desarrolló en el Auditorio Principal los estudiantes de esta sección le dieron la bienvenida a la navidad.

La magia empezó con los villancicos cantados a coro por los niños de 3° A, quienes interpretaron “Burrito Sabanero” y “Salve reina y madre”. Después continuaron con la obra de teatro, compuesta con personajes míticos y de fábula, que colmó de sonrisas y enseñanzas a todo el auditorio. 

“A mí me gustó mucho el drama sobre todo en la parte del final, porque me enseñó que el amor entre un padre y una hija es más importante que una corona”, afirmó Catalina de grado 3°.

“El drama que se observó es un trabajo que se viene haciendo hace aproximadamente un mes. El mensaje que deja es el amor familiar y la prueba que un padre da a sus hijos haciéndose pasar por enfermo para ver de qué manera, con unas tareas, ellos pueden demostrar su amor. Ese es el mensaje en esta navidad, el amor familiar”, expresó Roosevelt Atehortua, profesor de drama, encargado de la puesta en escena. 

“Este festival me dejó amigos y enseñanzas. Todo se quedó en mi corazón”, confesó Emanuel Ferró, estudiante de grado 2°, quien gracias a su don para la música, se presentó primero en el “Festival Estudiantil Bambuquero” y después, en la apertura de la Gran Gala Final del “28° Concurso Nacional del Bambuco” el pasado 03 de noviembre de 2019 en Pereira.  

En sus venas lleva el amor por el canto. Desde que tenía 4 años descubrió que en él, en su voz, había algo especial. 

“En mi familia hubo un músico espectacular, mi tatarabuelito, Samuel Gaviria. Gracias a él yo empecé a cantar. Para mí la música es un sentido de amor, por eso yo canto para él y para mis ancestros”, cuenta Emanuel.  

Bajo la modalidad vocal, Emanuel interpretó dos canciones en el “Primer Festival Estudiantil Bambuquero”, llevado a cabo en el Teatro Comfamiliar de Pereira, para posteriormente preparar un coral - instrumental  con todos los niños participantes del festival y abrir la gala de la final del concurso Nacional del Bambuco, una experiencia que recordará toda su vida. 

Cantar es uno de los tantos talentos que derrocha Emanuel, ya que aparte de recibir clases de técnica vocal, tiene clases de flauta, piano y violín en Bellas Artes y la Academia Arboleda, lo cual le permite afianzar su educación musical. 

“Me gusta ser bambuquerito, pero aparte de cantar me gusta bailar. Por ejemplo me invento pasos oyendo la música”, reconoció Emanuel. 

“Dios le dio el talento, la disciplina y la constancia. Cuenta con el incondicional apoyo de la familia. Siempre lo alentamos dándole la bendición y diciéndole que él puede hacerlo porque es su sueño y tiene el don de la música”, expresó Eliana Gaviria, madre de Emanuel.

Ver cumplir este sueño significó para Emanuel ensayos de una hora diaria, un reto para un niño que con 7 años de edad debe cumplir también con sus responsabilidades académicas y extracurriculares que el Colegio ofrece. 

Sin embargo, para él no es más que la oportunidad para formarse y algún día llegar a cumplir su anhelado sueño: “estar en un escenario frente a muchísimo público y ser cantante profesional como mi tatarabuelito”.